Prehistoria
La actual falta de
conocimientos acerca del Paleolítico en Lombardía es atribuible solo en parte a
la conformación y a la ubicación geográfica de la región, cercana a los
glaciares alpinos, y por lo tanto sujeta a los fenómenos de glaciación y
periglaciación del Pleistoceno. Algunos objetos del Paleolítico inferior, que
comprenden piedras bifaciales y astillas con técnica clactoniana, provienen de
las terrazas del río Oglio en Valcamonica, mientras que, desde hace tiempo son
ya conocidos los objetos raros, o genéricamente llamados Musterienses del
Paleolítico superior, que se encuentran en el Agujero de Plomo y en la cercana
gruta del Tanum (Erba pre Alpes Comascos).
Numerosos sitios
sauveterrianos (7950-5800 a.C.) y castelnovianos (7° milenio a.C.) documentan
el Mesolitico en Lombardía.; el neolítico antiguo está documentado por los
hallazgos en los Prealpes de Varese (Isolino di Varese, Bodio Pizzo), que
muestran afinidad con el medio ambiente de la cultura de la cerámica cardial, y
en las llanuras de Lombardía, que se refieren a los aspectos culturales de Vho
(localidad de Piadena, prov. de Cremona) y de Fiorano (prov. de Modena). El
Neolítico está representado por la cultura de la jarra de boca cuadrada (4to
milenio a.C.), de los cuales se han encontrado restos de algunos de los
asentamientos más antiguos de la región del lago (Cazzago Brabbia, Isolino
Virginia de Varese); a esta época se refieren los primeros testimonios de
domesticación de animales en Lombardía.
La cultura de Lagozza, Neolítico superior (principio del 3° milenio antes a.C.), está muy extendida en las estaciones lacustres Lombardas (Lagozza de Besnate, Bodio, Cazzago Brabbia, Isolino Virginia). Durante el Eneolítico, en Lombardía. y en general en la llanura padana se desarrolla la cultura del valle del Po de Remedello (3.400 a 2.400 a.C.), cuya más importante necrópolis salió a la luz en Fontanella de Casalromano (Mantua) y en Remedello (Brescia). La vida en las estaciones palafíticas de los lagos lombardos, en algunos de los cuales los asentamientos más antiguos datan del Neolítico, tiene un desarrollo ininterrumpido durante la Edad del Bronce; al lado de ellos también hay numerosas estaciones de tierra firme. A la Edad del Bronce Antigua se atribuye las "facies culturales" de Polada (2300-1700 aC aproximadamente), y se refieren a materiales de varios sitios en las provincias de Mantua, Cremona, Brescia, Como, Varese. Con la Edad del Bronce Medio se hace evidente una división de la Lombardía en dos áreas culturales distintas: en el este, más allá del río Oglio, encontramos la llamada cultura de Terramar, con frecuentes asentamientos palafíticos-terramares, especialmente en las llanuras; en el oeste de la Lombardía. se afirman culturas, con el rito funerario de la cremación y la deposición de armas y herramientas en lss sepulturas, como el Scamozzina-Monza y, después, la de Canegrate. En este mismo sector occidental, en el cantón de Ticino y el Novarese se desarrolla la cultura Protogolasecca (12 al siglo 10 aC.), documentada principalmente por las necrópolis de Ascona (Locarno), que se conecta directamente a la cultura Golasecca, que caracteriza la Lombardía durante la Edad del Hierro. También durante la Edad del Bronce, las culturas de Peschiera y Casalmoro-Fontanella Mantovana (Mantua) se afirman en la Lombardia oriental. Es para recordar tambièn los grabados rupestres de Val Camonica (Naquane) que van desde la Edad del Bronce y de Hierro hasta épocas mucho más recientes, y el proceso de penetración Etrusco en el Mantovano.
Historia
La cultura de Lagozza, Neolítico superior (principio del 3° milenio antes a.C.), está muy extendida en las estaciones lacustres Lombardas (Lagozza de Besnate, Bodio, Cazzago Brabbia, Isolino Virginia). Durante el Eneolítico, en Lombardía. y en general en la llanura padana se desarrolla la cultura del valle del Po de Remedello (3.400 a 2.400 a.C.), cuya más importante necrópolis salió a la luz en Fontanella de Casalromano (Mantua) y en Remedello (Brescia). La vida en las estaciones palafíticas de los lagos lombardos, en algunos de los cuales los asentamientos más antiguos datan del Neolítico, tiene un desarrollo ininterrumpido durante la Edad del Bronce; al lado de ellos también hay numerosas estaciones de tierra firme. A la Edad del Bronce Antigua se atribuye las "facies culturales" de Polada (2300-1700 aC aproximadamente), y se refieren a materiales de varios sitios en las provincias de Mantua, Cremona, Brescia, Como, Varese. Con la Edad del Bronce Medio se hace evidente una división de la Lombardía en dos áreas culturales distintas: en el este, más allá del río Oglio, encontramos la llamada cultura de Terramar, con frecuentes asentamientos palafíticos-terramares, especialmente en las llanuras; en el oeste de la Lombardía. se afirman culturas, con el rito funerario de la cremación y la deposición de armas y herramientas en lss sepulturas, como el Scamozzina-Monza y, después, la de Canegrate. En este mismo sector occidental, en el cantón de Ticino y el Novarese se desarrolla la cultura Protogolasecca (12 al siglo 10 aC.), documentada principalmente por las necrópolis de Ascona (Locarno), que se conecta directamente a la cultura Golasecca, que caracteriza la Lombardía durante la Edad del Hierro. También durante la Edad del Bronce, las culturas de Peschiera y Casalmoro-Fontanella Mantovana (Mantua) se afirman en la Lombardia oriental. Es para recordar tambièn los grabados rupestres de Val Camonica (Naquane) que van desde la Edad del Bronce y de Hierro hasta épocas mucho más recientes, y el proceso de penetración Etrusco en el Mantovano.
Historia
La Lombardía entra en plena
luz de la historia con la invasión gálica del 388 a.C. Esta, precedida por una
fase de intercambios y relaciones más que centenarios con el mundo existente
más allá de los Alpes, dio una fisonomía étnica bastante compacta a la región:
uno de los linajes más importantes fueron los Insubres (en el área de Milán),
los Cenómanos (en el triángulo Brescia, Cremona y Mantova) y entre las
poblaciones alpinas los Camunos (Val Camonica) y los Leponcios (que venían
desde el Ticino hasta la Val d'Ossola). La cultura de las poblaciones celtas,
llamada La Tène, se convirtió en un fenómeno dominante en el valle del Po. Los
romanos conquistaron la región, en su parte plana, en el 222 a.C. con una
victoria sobre la Insubria y la mantuvieron a pesar de repetidos intentos de
revuelta; con las poblaciones alpinas, las luchas continuaron hasta la época de
Augusto. Con la división Augustea, la región pertenecía por la parte oriental a
Venetia, y a la occidental a la Transpadana.
Galia Cisalpina y conquista
romana
Galia Cisalpina. Se dice
así, en época romana, en contraposición a Gallia Transalpina, esa región de la
península italiana situada al norte de la línea Arimino Pisae (Rimini-Pisa),
adonde llegaba, hasta el año 90 a. C. y a la lex Iulia de civitate, Italia en
el sentido estricto de la palabra. La Galia Cisalpina fue - como es creencia -
organizada en provincia por Lucio Cornelio Silla, que estableció por primera
vez, de acuerdo con uno de los puntos fundamentales de su reforma, una frontera
política entre Italia, sujeta a la magistratura romana ordinaria, donde un
comando de tropas no debía por regla quedar asentado, y la Galia sujeta por
necesidad a un magistrado provisto de imperio proconsular. Silla también habría
traído la frontera italiana desde el río Aesis (el Esino) hasta el Rubicon,
límite norte del territorio de Rimini. Según otros, la organización de Gallia
Cisalpina como provincia, habría surgido como resultado de la ley de Vatinia
que en el 59 a. C. asignó las provincias galas a Julio César; según otros aún,
menos probable, en el 217 o en el 206 a.
C. la provincia fue suprimida en el 42 a. C., tras la batalla de Filipos,
cuando la frontera de Italia fue tomada hacia el norte hasta el pie de los Alpes
y al este, primero en el río Formio (Risano hoy al sur de Trieste), después con
Augusto hasta el río Arsia ( hoy Arsa) en el Kvarner (Croacia). En la era de la indiscutible existencia de la provincia de la Galia, o
sea en los años 59-42 a.C., la provincia abracaba aproximadamente el territorio
de los Ligures y de los Galos Cisalpinos, y el territorio de los Venetos: es
decir, a grandes rasgos, la región al norte de Pisa en la costa del mar de
Liguria hasta el límite del territorio de los Massaliots, el territorio a sur
del Po hasta la frontera con poblaciones de Etruria y Umbría hasta el río
Rubicon; por último, la región norte del Po a partir de los límites orientales
de la colonia latina de Aquileia a lo
largo y al pie de los Alpes hasta el Mar de Liguria. El territorio al norte de
los grandes lagos alpinos y la Valtellina todavía eran independientes de Roma;
e independiente fue la mayor parte de las otras poblaciones alpinas. Los
Salassi de Val d'Aosta fueron sometidos solo en 25 a. C., y los pueblos de los
Alpes occidentales y centrales no entraron en la organización política de Roma
antes del 15 o 14 a. C. Para hacer referencia de nuevo a la división de Augusto
de Italia en once regiones, podemos decir que de la Galia Cisalpina formaban
parte - dentro de los límites hasta entonces sujetos a los romanos - las
regiones VIII (Gallia cis Padum o Aemilia), IX (Liguria), X (Venetia et
Histria), XI (Transpadana).
Galia Cisalpina |
Aproximadamente al mismo
tiempo, en un primer momento los Apuanos, y en un segundo las otras tribus
Ligures, hasta las fronteras del territorio de los Massalioti fueron
subyugados; y en el territorio que ya pertenecía a Pisa se fundó la colonia
latina de Luca, y en un pueblo Apuano se derivó la colonia romana de Luna
(177). En el 181 los romanos también fundan la colonia latina de Aquileia, en
la costa de Carni, en la parte oriental de la región de los Venetos.
Capitolium de Brixia, 76 d.C. Brescia, región Lombardía, Italia |
Cuando en función de la
guerra social, y por el efecto de la lex Iulia de Civitate (90 a. C.) y de la lex Plautia Papiria (90-89 a. C.) se
convirtieron las colonias latinas en municipios romanos, y la ciudadanía romana
fue concedida también a las ciudades confederadas a casi toda la Galia a sur
del Po (la expresión Gallia cispadana nunca fue utilizada por los antiguos)
obtiendo el derecho de ciudad. Además de las colonias romanas de Parma y
Módena, y de las colonias latinas de Placentia y Bononia, se habían venido
constituyendo entre el Po y el Rubicon, como consecuencia sobre todo de las
grandes asignaciones de Viritan, muchos centros romanos que, siendo normalmente
matriculados en la tribu Pollia, nos dan una idea de la intensidad de la
colonización romana. Son fundadas por los romanos, y - para aquellos centros
cuya tribu se conoce - inscriptos a la Pollia los Fora Clodii, Cornelii,
Druentinorum, Lepidi Licinii, Livii,
Popilii, Forum Novum, también Claternae, Faventia, y, como parece, Fidentia. En
territorio romano también fueron Tanetum, y, por su ubicación, ciertamente
también Caesena. Entre las ciudades confederadas, sobre todo es de recordar a
Ravenna.
Pero en el Cisalpina a norte
del río Po (que más tarde se conocerá como Italia Transpadana y Regio
Transpadana), pocos eran los centros romanos, a excepción de las antiguas
colonias latinas de Cremona y Aquileia, además de la colonia romana de Dertona
(hoy Tortona). ) fundada alrededor de 120 a.C. en el territorio de los Ligures,
y de la colonia romana de Eporedia (hoy Ivrea) fundada en el año 100 a.C.,
después de la victoria de los Campos Raudî; relativamente escasas fueron las
poblaciones que, incluso después de la lex Iulia de civitate, disfrutaban los
derechos de ciudad o de latinidad (de Aquilea algunos creen que siguió siendo
una colonia de derecho latino incluso después de la lex Iulia). Para satisfacer
los deseos de estas poblaciones, se votó una lex Pompeia de Gallia citeriore
que, con una ficción jurídica, transformó en municipios bajo la ley latina
aquellos municipios que ya tenían un grado suficiente de civilización y
romanización.
En el territorio de los
venetos se convirtieron en colonias de derecho latino: Ateste, Patavium,
Vicetia; el territorio de los cenómanos se convirtió en colonia latina de
Brixia, el territorio de los Orumbovii se organizó en la colonia Bergomum, la
de los Boi a la izquierda del Po, en la colonia Laus Pompeia (hoy Lodi), el de
los Insubres en colonia Mediolanum, el de los Laevi en la colonia de Ticinum
(hoy Pavia); el de los Vertamacori en colonia Novaria , el de los Libici en
colonia Vercellae; colonia de derecho latino también fue convirtida la etrusca
Mantua. A la derecha del Po se convirtieron en colonias latinas, el territorio
liguria, Veleia (hoy Velleia.), Aquae Statiellae (hoy Acqui.), Albingaunum (hoy
Albenga.) - centros de los territorios, respectivamente, de los Veleiates, la
Statielli y los Ingauni - y sin duda alguna tambièn Alba Pompeia (hoy Alba),
Genua (hoy Génova), Tigullia, Libarna (hoy Serravalle). En cuanto a los
distritos montañosos que aún no habían alcanzado un grado suficiente de cultura
para organizarse en colonias latinas, a ellos fueron asignados ya sea a las
colonias de nueva formación, o a los municipios existentes que gozaban del
derecho romano.
Finalmente en el 49 a. C. a
los Transpadanos fue conferido por Julio César el pleno derecho de ciudadanía,
como ardientemente deseaban. En el 42 a. C. la Gallia Cisalpina, unida al resto
de Italia, dejó de existir como provincia. El nombre de Gallia Cisalpina
permaneció sin embargo en el uso corriente, según el cual indicaría el
nombramiento de una de las leyes que regulaban la organización de los nuevos municipios,
a saber, la lex de Gallia Cisalpina, de algunos considerados posteriores al 42
a. C.
Incluso en la Alta Edad
Media los eventos de la Lombardía son comunes a los de la Alta Italia en
general. Los Longobardos establecieron la capital en Pavía y en el siglo VII el
nombre Longobardia (o Langobardia) comenzó a designar la región hasta el río
Adda que anteriormente se había llamado Liguria, y posteriormente Neustria.
Dividiéndose el ducado de Neustria en dos reinos (año 888), se constituyó un
reino Lombardo, entre el Ticino, los Alpes, el Sarca-Mincio y las fuentes de
los ríos Panaro y Trebbia, reducido en el año 950 entre los Alpes, el Ticino,
el Po, el Oglio. Solo con los siglos XIII y XIV los territorios alpinos a Norte
de los grandes lagos pasaron a formar parte de la Lombardía, es decir, los
valles de Ticino y Valtellina. Sin embargo, si el valor
específico del nombre surge ya en el siglo X, todavía por mucho tiempo los
términos Lombardía y Lombard designan, en un sentido amplio, el conjunto de
Italia centro-norte. La Lombardía fue una de las regiones en las que los
municipios surgieron y se desarrollaron por primera vez (siglos XI y XII), con
Milán, Como, Lodi, Cremona y Pavía fue la vanguardia del desarrollo político y
social de la península (excepto para las ciudades marítimas ). En Lombardía,
antes que en otros lugares, ser produjo la transición de la Comuna a la Señoría
(la primera mención se produce con Buoso de Dovara, en localidad Soncino, prov.
de Cremona, en el siglo XIII): las primeras señorías fueron las de: Uberto
Pallavicino, Torriani y mas tarde de los Visconti.
Sueño y salida de Teodolinda (rena de los Longobardos), frescos de la capilla de Teodolinda, catedral
de Monza, región Lombardía, Italia.
|
El Ducado de Milán (tal es
el nombre del Estado Lombardo) pierde de nuevo (siglo XVI.) Bellinzona y el
Ticino, que pasan a los los suizos (1500-1516), la Valtellina, que fueron a los
Grisones (1512), Parma y Piacenza, que pasan a la Iglesia y luego a los
Farnese; y así disminuído queda en manos de los españoles (1535-1700). En el
siglo XVIII, bajo la dominación austriaca, se produce la pérdida de las tierras
más allá del Ticino (Novara, Val Sesia, Valle de Ossola, Lomellina, Alejandría,
Tortona y Voghera) que pasan a los Saboya (1713, 1735-1748), mientras se une al
Mantovano (1708) quien pasa administrativamente a Milán (1737). Con la
República Cisalpina (1797) Valtellina regresó a la Lombardía; la Restauración
del 1815 vio la unión con Venecia en el Reino Lombard-Veneto, donde el límite
entre el gobierno de Milán y el gobierno veneciano fue dado por la 'línea del
río Mincio': la Lombardía se constituyó así administrativamente alrededor de
los límites actuales.
El reino Lombardo - Veneto
La parte más importante de
los territorios pasados bajo la dominación austríaca a la Restauración, a
saber: los de los ducados de Milán y Mantova, de las provincias del continente
veneciano y parte de la Legación Papal de Ferrara, se reunió en el reino
Lombardo-Veneto. El acto constitutivo del nuevo reino, que tomó como emblema la
antigua corona de hierro, fue emitido por Francisco I el 7 de abril de 1815. Su
límite tocaba el lago Maggiore hacia el oeste, descendiendo a lo largo del
Ticino hasta la confluencia con el Po; al sur coincidió con el curso del Po
hasta su desembocadura, pero también incluye un tramo del Ducado de Mantova al
otro lado del río, extendiéndose en línea recta entre Guastalla y Polesella. Al
norte, hacia Suiza y el Tirol, la línea fronteriza, incluidos los condados de
Chiavenna, Bormio y Valtellina, cortaba el último tramo del lago de Garda,
serpenteando hacia Cortina y Pontebba y luego descendiendo hacia el Adriático,
que limitaba el reino Lombardo-Veneto al este, donde tenía con Venecia la única
salida al mar.
Pero, a pesar de la
solemnidad del acta constitucional, el nuevo estado era tal para las
apariencias externas y formales, resultando, en esencia, el de dos regiones
enteramente subordinadas a Austria, desprovistas de cualquier institución
libre, sobre la cual actuaba incesantemente. el principio de centralización del
gobierno de Viena. De hecho, el primer virrey, el Archiduque Ranieri, que fue
nombrado el 3 de enero de 1818, después de haber rechazado el Archiduque
Antonio, era solo un vínculo entre las funciones del imperio y las del Reino de
Lombardía-Véneto.
El nuevo reino estaba
dividido en dos territorios: el situado a la derecha del río Mincio, era
llamado el gobierno de Milán, y el de la izquierda el gobierno veneciano. Tanto
en uno como en otro, la dirección general de los negocios estaba encabezada por
un órgano de gobierno, presidido por los gobernadores que residían en Milán y
Venecia y se dividía en dos senados: senado político para las cuestiones
administrativos y policiales; el senado de las finanzas para las cuestiones
económicas. Cada gobierno se dividió en provincias, cada provincia en
distritos, los distritos en municipios. Nueve fueron las provincias del
gobierno de Milán: Milán, Mantua, Cremona, Bérgamo, Como, Valtellina, Pavía,
Lodi y Crema; ocho del gobierno de Veneto: Venecia, Padua, Polesine, Verona, Vicenza,
Treviso, Belluno, Udine.
La administración de cada
provincia fue asignada a una real delegación gobernada por un delegado. Los
distritos fueron dirigidos por rectores del censo, nombrados, desde 1819,
comisarios de distrito. Rapidamente, sin embargo, los comisarios de distrito
fueron despojados de su carácter administrativo, transformandose en poderosas y
temibles herramientas policiales. Así se convirtieron en órganos de la
autoridad política, lo que hizo que la gendarmería dependiera de ellos. Cada
distrito se dividió en 20 municipios, con una población de 27 a 28 mil
habitantes. Los municipios, que fueron la base de la organización
político-administrativa, se dividieron en tres categorías. El primero incluía a
aquellos con menos de trescientos propietarios, los cuales tenían un
"convocato generale degli estimati", como autoridad superior para los asuntos administrativos.
El segundo, los
municipios con trescientos y más propietarios, con un consejo municipal de
treinta concejales. El tercero, finalmente, incluyó los municipios de las
ciudades con un consejo municipal de treinta concejales (congregación
municipal) y un podestà, de nominación imperial, que ocupaba el cargo por tres
años. Solo los municipios con más de tres mil habitantes tenían su oficina
municipal, con una secretaría. Las atribuciones de los municipios eran muy
amplias: seguridad pública, salud, obras de caridad, agua y caminos, moralidad,
construcción, culto, pero su esfera de acción era constantemente perturbada e
intersectada por otras interferencias y especialmente por las de la policía.
Blasón del reino Lombardo - Veneto |
Para conocer los deseos y
necesidades de los habitantes, la proclamación imperial del 7 de abril de 1815
estableció las congregaciones centrales y las congregaciones provinciales. Las
congregaciones centrales estaban formadas por miembros que eran elegibles sobre
la base del censo (se solicitó una garanzía de cuatro mil scudos), y que
duraban seis años en sus cargos; eran dos diputados por provincia, elegidos en
la clase de nobles y no nobles, y un diputado de cada ciudad real. También las
congregaciones provinciales, residentes en las capitales de provincia, cerca de
las reales delegaciones, se componían de miembros que eran elegibles por
censos. Pero si bien las congregaciones deberían ser una representación
popular, el órgano, en resumen, de la nación, la acción que llevaron a cabo
después del primer intento inútil de resistir el aumento excesivo de impuestos
puede considerarse nula. De hecho, eran cuerpos puramente consultivos sin
ningún poder deliberativo. Sin embargo, cabe destacar la moción Nazarí presentada
por la Congregación Central Lombarda poco antes del estallido de la revolución
en diciembre de 1847 y, en general, la actitud de clara defensa de los derechos
del pueblo asumida en ese año por todas las congregaciones provinciales. En
1848 fueron suspendidos y se volvieron a convocar solo en 1855 con una notable
ampliación de atribuciones. Desde 1856, al frente de la
jerarquía administrativa y en sostitución del antiguo gobernador general,
estaba el archiduque, con su cancillería archiducal. El archiduque fue
Massimiliano, el futuro emperador de México, enviado cuando ya los espíritus
estaban fuertemente exacerbados, para prometer algunas reformas tardías.La
administración, sin embargo, solo dependía nominalmente del archiduque, porque,
habiéndose convertido también el archiduque en un mero órgano de transmisión,
el principio de centralización tuvo su máximo desarrollo en este período. Al
gobierno lombardo, en vigor desde 1815 hasta 1848, se hizo cargo del Consejo de
Lugartenencia, que era la autoridad administrativa suprema. Subordinada a la
lugartenencia, la policía, como en el pasado, debía comunicar directamente con
el departamento central de policía en Viena. La policía siempre fue un arma
poderosa de la dominación austriaca. De hecho, su tarea más importante, más
allá de la prevención de los crímenes y el mantenimiento del orden público, era
evitar la difusión de las ideas liberales y nacionales, la vigilancia de las
personas consideradas peligrosas para la seguridad del Estado, y sobre las
sociedades secretas. La fuerza utilizada por la policía lombarda era la
gendarmería, mientras que la venecianía tenían guardias personales. El órgano
colateral de la policía era la censura, dependiente, directamente del gobierno.
La censura imponía severamente lo que se debía imprimir o no y tendió a
restringir todo el movimiento intelectual.
Los códigos austriacos no
entraron en vigor en Lombardía-Véneto hasta el 1 de enero de 1816. La
legislación civil y penal de Austria fue juzgada, en general, mucho mejor que
la francesa, de la cual se mantuvo vigente solo la parte del código comercial,
sustituido tambièn este por las leyes austríacas entre 1847 y 1862. Pésima era
la procedura penal para los juicios políticos que siempre se debatieron a
puertas cerradas. En las capitales de provincia, los tribunales provinciales
juzgaban en primera instancia en materia cívil, comercial y penal. Solo en
Venecia y Milán ejercían tres tribunales, es decir, un tribunal civil, uno
penal y uno mercantil y de cambio. De las causas marítimas, se ocupaba el
Tribunal Mercantil de Venecia con jurisdicción en todo el reino. En segunda
instancia, juzgaban dos tribunales de apelación con sede en Milán y en Venecia.
Una revisión final de las sentencias, solo por violación de forma o por
injusticia manifiesta, se podía tener en el Senado lombardo-veneto de la corte
suprema de justicia instituido en Verona, y, suprimido este, en el Tribunal
Supremo de Viena. Por lo tanto, faltaba un tribunal de tercera instancia en la
región de Lombardía-Véneto. En Mantova también hubo una comisión especial
extraordinaria por crímenes políticos de "fama infame".
Austria utilizó la educación para evitar que la escuela se convirtiera
en un medio de educación para la concientización y para moldear súbditos
devotos a Austria. Cinco eran los grados de educación pública: escuelas
primarias menores en los municipios, escuelas primarias principales en las
ciudades; técnicas en Milán y Venecia para jóvenes destinados a la industria y
el comercio; gimnasios, liceos y universidades. La educación primaria siempre
tuvo siempre un carácter confesional durante todo el reinado, pero en general
estuvo bien organizada, aunque si en 1822, es decir, en los primeros días,
cerca de la mitad de los niños y 4/5 de las niñas no asistían. Hubo dos
universidades del reino, la de Pavía y la de Padova, ambas con tres facultades:
derecho, medicina y filosofía. Hacia fines de 1847 y principios de 1848, el
gobierno austriaco estudió la reforma general de los estudios llevados a cabo por
los miembros del Instituto Lombardo, incluidas todas las escuelas de todos los
niveles y de todo tipo, desde guarderías hasta universidades.
Carlo Cattaneo reunió todos
los proyectos de sus colegas y los fusionó en una magnífica relación que lleva
la marca de su poderosa mente, pero queda letra muerta por la Revolución de las
Cinco Jornadas de Milán y por el posterior endurecimiento del gobierno después
del 6 de agosto de 1848. El sistema administrativo del reino de Italia durante
la era napoleónica fue excelente en comparación con el austríaco. Por lo tanto,
Austria lo mantuvo y le hizo pocos cambios. El Ministro de Finanzas fue
reemplazado por dos senados de finanzas, dependientes de la dirección suprema
en Vienna, de la cual todas las ramas de la administración financiera y las
cámaras eran responsables. Los senados eran la autoridad administrativa
absoluta para la dirección y la inspección de todas las ramas de las finanzas,
a excepción de los impuestos directos que seguían siendo responsabilidad del gobierno.
El presupuesto de Lombardo-Veneto daba un excedente superior a la mitad de los
ingresos, ya que, en promedio, Austria no gastaba mas de 4/10 de lo que obtenía
para el mantenimiento del ejército, fortificaciones militares, para gastos, en
resumen, que no sirvieron al mejoramiento económico del país. El excedente
anual de 35 millones de liras italianas, otorgado en 1823, aumentó
constantemente, alcanzando 66 millones anuales en 1848. Detraído de estos
aproximadamente 20 millones de liras austríacas, como una contribución a los
gastos del ejército, Lombardía-Véneto cedió 46 millones anuales a Austria.
Al anunciar la creación del
reino Lombardo-Veneto, el lugarteniente F. H. de Bellegarde había asegurado que
la organización del nuevo estado sería coherente con el carácter y los hábitos
de los italianos. Por el contrario, nada más hostil al temperamento de los
italianos sobre las nuevas instituciones, nada más desarmónico que los nuevos
sistemas, destinados únicamente a exprimir las riquezas de las provincias
italianas en favor de las alemanas y a crear una inmovilidad comercial
insoportable en las regiones en desarrollo. El férreo dispositivo financiero y
económico impuesto por Austria fue una de las causas y no la última, que
plantea la solución del problema político ante la conciencia de los italianos.
En lugar de ser abolido, como se había prometido, el reclutamiento militar se
mantuvo. Y no se detuvo para proporcionar a los hombres un ejército italiano,
sino para dispersar a las fuerzas más vivas y prósperas de la población
italiana en los meandros del ejército austriaco multifacético.
En efecto, después de un
breve período de transición, en el cual se formaron regimientos de soldados del
reino italiano, pero funcionantes dentro el
marco del ejército austríaco, fueron suprimidas todas las instituciones
militares del reino, las escuelas militares, las fundiciones, fábricas de armas dependiente
del Ministerio de Guerra, centralizando todo lo que era militar, como todo lo
administrativo, en Viena. La región de Lombardía-Véneto fue dividida en ocho
grandes distritos militares, que debían proporcionar un total de 60 mil
hombres, es decir, tantas reclutas en modo de completar ocho regimientos de
línea. Los italianos fueron reclutados casi exclusivamente para la infantería y
fueron enviados preferentemente en Buda, en Praga, en Viena, mientras que el
ejército de ocupación estacionadas en Italia se formó en especial por elementos
croatas, húngaros y del Tirol. Era desproporcionado para el territorio que tenía
poco menos de 5 millones de habitantes. De hecho, fue siempre aumentando hasta
llegar a cien mil hombres. En el 1848, en la víspera de la insurrección, el
ejército austríaco del Lombardo-Veneto fue de 61 batallones, 36 escuadrones,
108 piezas de artillería, es decir, 4 compañías técnicas y 18 baterías, un
total de 70000 hombres, divididos en dos cuerpos ejército. Una incluía toda la
Lombardía hasta el Mincio, incluida la fortaleza de Piacenza y excluyendo la de
Mantua, con sede en Milán. La otra incluido el Veneto, la fortaleza de Mantova,
las tropas unifamiliares, más allá del río Po en los ducados, en Ferrara y
Comacchio, con sede en Padova.
Monumento a los caídos en las X Giornate di Brescia - las X
Jornadas de Brescia - recordatorio de la insurreción de la ciudad de Brescia en
el 1849 contra la ocupación austriaca.
|
La gendarmería, dispuesta el
1 de noviembre de 1817 en un regimiento, era parte del ejército. El comando
militar general residía en Verona. Eran sujetos al servicio militar, que duraba
ocho años, todos los súbditos de 20 a 25 años. Cada conscripto, pero, podía
hacerse reemplazar por un sustituto capaz de hacer el servicio militar. Es así
que a este elemento, que junto con el de policía era el más blindado del
imperio, el Veneto Lombardía contribuyó muy poco, porque cada familia que no
viviera en la pobreza trató de sacar a
sus hijos del servicio militar, pagando un sustituto. Esta ley de conscripción
de 1820 duró hasta enero de 1848, luego sufrió modificaciones. Finalmente, una
ley del 1 de noviembre de 1858 estableció que la exención de impuestos debería
pagarse directamente al gobierno, transmitiendo así la conscripción a una nueva
carga impositiva.
A pesar de la
excesiva severidad de los impuestos, el rígido sistema de proteccionismo para
la industria austríaca que elevó los aranceles hasta el 60%, la falta de una
red ferroviaria adecuada, que en toda Lombardía hasta el 48 tuvo un desarrollo
de solo 45 kilómetros y en 1859 solo 221 kilómetros, la prosperidad agrícola
fue siempre aumentando. De hecho, la economía del Lombardo - Veneto, aunque
mantuvo un carácter predominantemente agrícola, tanto que el sistema agrícola
lombarda competía por la perfección y la solidez con los ingleses, y, en
algunos aspectos, la superaba, dio vida en este período a las grandes
industrias, caracterizado por una gran afluencia de capital, por una excelente
organización técnica, y por la división del trabajo. Y cuando Austria abandonó
la Lombardía, a pesar de las graves crisis que la habían atraversado, como las
de 1815 y 1848, Milán ya estaba en camino de convertirse en el mayor mercado
italiano y uno de los mercados internacionales más grandes.
Privado en el 1859, con
la paz de Zurich, de la Lombardía, el reino Lombardo - Veneto dejó de existir
en 1866, con la paz de Praga, in concecuencia de la cual incluso el Veneto se
incorporó al nuevo reino de Italia.
Bibliografía: Enciclopedia Treccani, Italia
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